sábado, 15 de marzo de 2014

FRATO- 40 AÑOS CON OJOS DE NIÑO

Hoxe queremos presentarvos un libro de humor, de humor e de reflexión e o facemos coas palabras de Enrique Miret. 



El humor en la vida (Enrique Miret Magdalena)


Tonucci nos enseña algo que hemos olvidado en el triste mundo en que vivimos, que el humor es el alimento necesario en la vida. Incluso, como dice el escritor Francisco Ayala, que no somos tan importantes como nos creemos y tenemos que reímos de nosotros mismos. Quizá nadie mejor que el educador italiano Tonucci ha sabido transmitirlo en sus libros. ¿Cómo? Con el humor expresado no sólo con sus palabras, sino con sus dibujos, que tienen mucho de caricatura.

Hay mucho libro que no enseña a pensar, tantos que si desapareciese la mayor parte no perderíamos nada, porque no viviríamos en la confusión de tantas páginas sin sentido que invaden
librerías y bibliotecas. Y, además, hay escasez de lectura. Porque como decía el mejor pedagogo del siglo xx, Alain, es preciso aprender a leer, y nadie nos lo enseña. De este modo, la educación parece que sólo pretende hacernos un almacén de datos, pero no nos enseña a pensar.

Tonucci habla con la pluma, y no principalmente con palabras. Su dibujo expresivo sabe transmitir la esencia de lo que debe ser la vida, y me recuerda lo que hace Mingóte con sus caricaturas en el periódico de derechas ABC, y mejor lo hace Peridis en El País, que representa el centro izquierda.
Conclusión: «El humor es un signo inequívoco de madurez humana; no entendiendo por madurez una categoría puramente biológica, sino espiritual» (Márz [1968]: El humor en la educación).


Esto es para mi Tonucci.




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